Subo a esta tribuna para fijar la posición
del Grupo Socialista, del mismo Grupo Socialista que fue representado, mucho
mejor que por mí, por Luis Gómez Llorente. En los trabajos constituyentes,
Gómez Llorente, aquí, en el Parlamento, afirmó la esencia republicana del
socialismo. Nosotros cedimos para llegar a un acuerdo y otros también cedieron.
Todos cedimos y llegamos a un pacto. Por eso Gómez Llorente afirmó
también que no íbamos a cuestionar el conjunto de la Constitución por esto, y
dijo: si democráticamente se establece la monarquía, en tanto sea
constitucional, nos consideraremos compatibles con ella. Treinta y seis años
después, los socialistas seguimos honrando el pacto que hicimos entre todos los
españoles. Fue un buen pacto para este pueblo que sufrió tanto: treinta y seis
años de libertad y prosperidad. Pactamos una monarquía parlamentaria que tengo
que decirle que es más democrática que muchas repúblicas, y por supuesto más
republicana que muchos países en los que la jefatura del Estado la ejerce un presidente
en lugar de un rey.
Usted nos ha querido confundir o quizá
usted confunde conceptos como democracia y república, o republicanismo cívico y
forma de jefatura del Estado. Suecia es más democrática que Rusia y Gran
Bretaña es más republicana que Egipto. Dicho esto, por supuesto que la
monarquía constitucional debe mejorar, por supuesto que debe ser más
transparente, por supuesto que debe ser más austera y más ejemplar. Para ello
las fuerzas políticas tenemos que hacer nuestros deberes y empujar precisamente
para que todas las instituciones —todas las instituciones— de nuestra
democracia lo sean.
Ahora hablemos de la Constitución. Los
socialistas queremos una reforma de la Constitución, queremos mejorar ese pacto
de convivencia, y en esa mejora del pacto estará la regeneración democrática de
todas las instituciones, estará profundizar en el Estado del bienestar, ofrecer
un modelo federal como organización territorial del Estado o constitucionalizar
derechos fundamentales conquistados estos años de democracia, como la sanidad…
Usted y yo pertenecemos —permítame que le
ponga este símil— a dos organizaciones con una gran tradición sindical. Los
convenios colectivos no se trocean. No se puede votar a favor de los horarios y
no votar los salarios. Se vota todo el convenio colectivo.
Citó usted a Jefferson y yo le pregunto:
¿sabe lo que le contestó Madison a Jefferson? Le dijo que cada generación
podría disponer del mundo a su capricho si lo hubiera recibido en estado de
naturaleza. Pero recibimos de nuestros mayores un mundo con activos y con
deudas, y que no es solo para nuestra generación, sino para generaciones
venideras. Nuestros padres nos legaron esta Constitución, no a nosotros, sino
también a las generaciones futuras. Si vamos a cambiar el legado de nuestros
padres, tendremos que asegurarnos muy bien de que lo mejoramos, y eso necesita
mucho más que la mayoría simple que usted nos propone. Necesita, señor Garzón,
un nuevo consenso, eso es lo que necesita. Usted ha hablado con ligereza y
hasta con menosprecio de la Constitución de 1978 y creo que se equivoca.
Permítame que acabe diciendo que admiro la obra de nuestros padres y que no
entiendo su necesidad de deshonrar a nuestros padres para honrar a nuestros
abuelos. Puestos a elegir, procuremos entre todos al menos estar a la altura de
nuestros padres.
Muchas gracias.
Pleno 16 septiembre 2014.